Nota de Interés

 HIPERTENSIÓN ENMASCARADA

HIPERTENSIÓN ENMASCARADA

HIPERTENSIÓN ENMASCARADA

La Hipertensión Arterial (HTA) es el principal factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Hoy en día sabemos que el valor límite para el diagnóstico es 140/90 mmHg medida en la consulta médica. Por ejemplo, el médico nos toma la presión arterial (PA) y registra un valor de 137/88 mmHg nos quedamos tranquilos?

La determinación de la PA en consultorio (PAC) es el método estándar para indentificar a los pacientes con HTA; sin embargo, actualmente disponemos de otras técnicas de medida de la PA, como el monitoreo ambulatorio de PA (MAPA) y el automonitoreo de PA (AMPA). El primero es un estudio que se realiza en 24 hs de forma automática y el segundo es un estudio de 7 días donde el paciente mismo es quien toma la PA. Ambas técnicas han demostrado ser mejores que la PAC para predecir la afección de órganos diana (corazón, cerebro, grandes y pequeñas arterias, riñon) y la mortalidad cardiovascular.

La combinación de la medida de la PAC y la ambulatoria ha permitido identificar 4 situaciones clínicas diferentes en función de las cifras obtenida.

PA en consultorio: NORMAL

PA con Mapa: ALTA

HTA ENMASCARADA

PA en consultorio: ALTA

PA con Mapa: ALTA

HTA SOSTENIDA o HTA INADECUADAMENTE CONTROLADA (en los tratados)

PA en consultorio: NORMAL

PA con Mapa: NORMAL

NORMOTENSIÓN o HTA ADECUADAMENTE CONTROLADA (en los tratados)

PA en consultorio: ALTA

PA con Mapa: NORMAL

HTA DE BATA BLANCA

La HTA enmascarada se define como aquellos pacientes que presentan valores inferiores a 140/90 mmHg en la consulta médica y registros ambulatorios promediados mayores a 135/85 mmHg. La definición implica tanto a pacientes sin tratamiento como a aquellos tratados.

La prevalencia se encuentra entre el 8 – 23 % de todos los pacientes hipertensos, llegando a ser cercana al 50 % en aquellos tratados.

Los factores asociados a la HTA enmascarada son: sexo masculino, diabetes, tabaquismo, estrés, obesidad, consumo de alcohol. Este tipo de HTA generalmente se presenta en: pacientes con PA normal/alta en consultorio (según clasificación de HTA) perteneciente a valores entre 130-139 mmHg de sistólica y 85-89 mmHg de diastólica, respuesta hipertensiva en el ejercicio, historia familiar de HTA, índice de masa corporal elevado, obesidad central y presencia de daño de órgano blanco (alteraciones causadas por la HTA en órganos más nobles).

Como nombramos anteriorermente, los pacientes con HTA enmascarada tienen mayor afectación orgánica y peor pronóstico cardiovascular que los normotensos verdaderos. Presentan mayor hipertrofia ventricular y espesor íntima-media, mayor excreción de albúmina por el riñón, mayor riesgo de morbimortalidad cardiovascular y ACV.

Las razones por las que en pacientes la PA ambulatoria es más alta que la PAC son todavía desconocidas. Se ha observado que con la edad, la PAC aumenta en mayor medida que la ambulatoria; esto explicaría la menor prevalencia de HTA enmascarada en pacientes mayores.

Normalmente el diagnóstico de HTA se hace con la determinación de la PA en consultorio, sólo en el caso de que ésta sea elevada se aconsejan nuevas mediciones y una valoración más exhaustiva, y no será necesario realizar más exploraciones cuando la PAC sea normal, que es lo que sucede con la HTA enmascarada. La posibilidad de estudiar a la población para detectar HTA enmascarada obviamente no es viable, por lo que debemos dirigir los esfuerzos para detectarla en los pacientes con mayor índice de sospecha y que serán, probablemente, los que más se beneficien.

¿Cuándo debemos sospecharla?

En primer lugar, en pacientes normotensos o con PA normal/alta en el consultorio, con otros factores de riesgo cardiovascular, signos de afección orgánica inapropiada para los valores de PA e historia familiar de HTA en niños o adolescentes.

En segundo lugar, en hipertensos aparentemente bien controlados por PAC, en los que progrese o no se observe la regresión esperada de la hipertrofia ventricular o la pérdida de proteínas por el riñón, y en los que presenten nuevos eventos cardiovasculares, como ACV o descompensación de insuficiencia cardíaca no explicable por otras causas.

¿Cuál es el tratamiento adecuado?

Se debería abordar el riesgo cardiovascular general del paciente y tratar en función del mismo. Las medidas higiénico dietéticas (dieta baja en sal, ejercicio físico aeróbico, bajar de peso, etc) siempre contribuirán a mejorar el perfil de riesgo cardiovascular y pueden contribuir a reducir la posibilidad de que evolucione a HTA sostenida. En cuanto al tratamiento farmacológico, se indica de la misma manera que la HTA sostenida, utilizándose los mismos fármacos.

Como conclusión, la HTA sigue siendo el principal factor de riesgo cardiovascular, con una tasa de morbimortalidad alarmante; tanto los médicos como los pacientes tenemos que lograr un diagnóstico certero y rápido, un control óptimo para mejorar los resultados. La HTA enmascarada es frecuente, hagamos el esfuerzo para diagnosticarla y poder tratarla. No deje de consultar a su médico, realice una toma de PA al mes en su domicilio, en la consulta o en una farmacia; es la única forma de que juntos logremos mejores resultados.

Dr. Gonzalo Miranda

Especialista en Cardiología

MP:39389/4 ME:18621